Subir a la terraza rooftop -exclusiva para huéspedes del hotel-, es un regalo para los sentidos. Deléitese con las vistas panorámicas sobre Muro, con sus casas y tejados típicos mallorquines, la iglesia del pueblo, las montañas de la Sierra de Tramuntana por un lado, y la bahía por otro.
Aquí podrá disfrutar de largas mañanas al sol en sus camas balinesas, darse un baño en su piscina o en el jacuzzi y enamorarse de las puestas de sol más increíbles de la isla.