Si estás pensando en viajar a Menorca en familia, con amigos o en pareja, es el destino perfecto para disfrutar tanto de unas vacaciones llenas de actividades.
Si estás pensando en viajar a Menorca en familia, con amigos o en pareja, no te quepa duda de que es el destino perfecto para disfrutar tanto de unas vacaciones llenas de actividades, como de un viaje a Menorca de relax y descanso. Pasar unas vacaciones en Menorca es el plan ideal para las familias que quieren descansar combinando visitas culturales, deportes y actividades para todas las edades, y días de playa y calas que poco tienen que envidiar al Caribe.
Menorca cuenta con 216 kilómetros de costa
Las playas y calas parecen ser casi ilimitadas en la isla. Todas las playas de Menorca tienen algo especial, a pesar de ser muy variadas y distintas entre sí. Nos encontramos con relieves abruptos y playas rojizas y doradas por el norte, y relieve suave con calas de arena blanca y aguas cristalinas, en el sur.
Ya sea en amplias playas con chiringuitos y tumbonas o en pequeñas calas vírgenes rodeadas de pinos, Menorca ofrece a sus visitantes multitud de opciones para disfrutar de un día de sol y playa. Menorca es el destino perfecto para todas las edades. Quien quiere movimiento, vida y ambiente puede disfrutar de las playas más conocidas, los paseos con sus bares y terrazas y los deportes acuáticos que se practican por toda la isla.
Aquellos que prefieran un plan de relax, desconexión y tranquilidad pueden disfrutar de rutas a caballo, callejear por las calles de Ciutadella, recorrer las calas vírgenes y recónditas que esconde Menorca, alquilar un barco y ver atardecer en los acantilados de la Cova d’en Xoro. Esta cueva, que cuenta con numerosas terrazas y miradores, es seguramente uno de los lugares más visitados de la isla.
Podríamos decir que Menorca es la embajadora de la mañana en España, ya que es el primer lugar en el que vemos amanecer. Por eso a las parejas y a los más madrugadores, os aconsejamos contemplar el amanecer en Mallorca, seréis los primeros en disfrutar de este momento mágico. Pero lo especial no es solo ser los primeros, es el hecho de ver amanecer en desde cualquiera de las maravillosas playas de Menorca. Todas ellas tienen algo en común, aguas turquesas y una naturaleza única. De hecho, Menorca ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, por su riqueza ecológica y paisajística.
Menorca, un mar de posibilidades
Si viajas a Menorca, no te puedes perder las calas y playas de arena blanca, calas vírgenes, playas rodeadas de naturaleza o las playas llenas de vida y zonas de ocio. Gracias a esta variedad, Menorca se ha convertido en uno de los destinos favoritos para los amantes de los deportes acuáticos y náuticos. Las aguas turquesas que bañan su costa, son un auténtico imán para los amantes del esquí acuático, el windsurf y la navegación.
Cala Galdana es una de las playas más grandes y familiares de Menorca. En esta cala podrás practicar deportes náuticos y disfrutar de las comodidades de este tipo de playas, como bares, tiendas y terrazas. La Playa De Binigaus o Calan Bosch, una de las calas más cercanas a Ciudadela, son también playas perfectas para familias. Por eso, si estás buscando el hotel perfecto para tus vacaciones en Menorca, te recomendamos el Hotel Zafiro Menorca, con una ubicación idónea en Ciutadella. Desde aquí podrás descubrir cada rincón de la isla y disfrutar de la tranquilidad y el ambiente menorquín al mismo tiempo.
Cala Mitjana es un lugar idílico para parejas
Aunque, a decir verdad, prácticamente todas las calas de Menorca sorprenderán a los que las visiten. Otra cala de visita obligada es Cala en Turqueta. Esta playa virgen y aislada se encuentra a solo diez kilómetros de Ciutadella y es una auténtica maravilla de la naturaleza.
En Menorca hay una infinidad de calas y playas paradisiacas, pero la isla tiene mucho más que ofrecer. El interior tiene un valor cultural único. Mahón y Ciutadella tienen monumentos y atracciones que no puedes perderte. Si te animas a realizar excursiones culturales por Menorca, te invitamos a visitar el Santuario de Monte Toro, los monumentos megalíticos o la Catedral de Santa María, ubicada en Ciutadella.
Además de las excursiones y rutas, las playas y los deportes, un placer que no te puedes perder es probar la gastronomía típica de Menorca. Disfruta de los platos típicos de la isla en sus chiringuitos, restaurantes y terrazas. Pasa por Alaior para probar su queso típico, o por el encantador pueblo pesquero de Fornells, donde no te puedes perder la tradicional caldereta de langosta. Y, por supuesto, para los más dulces, probar la tradicional ensaimada es una tentación en la que vale caer.
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