Ven a descubrir las zonas y playas más auténticas de Menorca en familia. Lugares únicos, diferentes y atractivos para tus vacaciones. ¿Para qué buscar más?
Descubre las zonas y playas más auténticas de Menorca en familia
Menorca, la más sosegada de las islas Baleares, la que se encuentra más al este, Patrimonio de la Humanidad por su entorno natural, ofrece a quien la visita cualquier día del año, paisaje y naturaleza, cultura, historia, costumbres y fiestas en sus dos ciudades –Mahón y Ciutadella- y pueblos, hoteles, rica gastronomía y unas playas y calas clasificadas entre las mejores del mundo. En esta pequeña isla hay siempre muchas cosas que hacer y también lugares que visitar.
Una de las grandes cosas que hacer en Menorca, que se encuentra al norte de Mallorca, es un recorrido por Camí de Cavalls, el sendero histórico que conserva la isla desde 1330, una de las mejores rutas que se puedan soñar, que pasa por Mahón y Ciutadella. El camí de Cavalls de Menorca es hoy un camino público, extraordinariamente bien conservado, que se puede recorrer andando o a caballo y que descubre lugares recónditos de Menorca de magnífica naturaleza y algunas de las calas y playas más salvajes que quedan en el Mediterráneo.
Descubrir S’Albufera des Grau, el parque natural más importante de Menorca, es otra de las cosas que ver en Menorca. Esta zona –que se encuentra más cerca de Mahón que de Ciutadella- es el emblema de una isla qué fue declarada Reserva de la Biosfera, es uno de los enclaves más desconocidos de Menorca. Cuenta con más de 5.000 hectáreas y se pueden ver cientos de especies animales y también vegetales autóctonos recorriendo tres rutas diferentes.
Menorca es la cuna de la Cultura Talaiótica, que emergió en la isla dos milenios antes de Cristo y de la que hay multitud de vestigios entre torres, poblados, navetas y necrópolis. Es un tesoro al aire libre y a la vista de todos que vale la pena visitar. Muy cerca del Hotel Zafiro Menorca, se encuentran dos de las construcciones más impresionantes de esta época prehistórica: la naveta des Tudons, un monumento funerario en forma de nave invertida y la Necrópolis de Cala Morell, excavada en la roca de Menorca.
Otras huellas de su pasado multicultural que se pueden ver en Menorca son la Fortaleza de la Mola, en Mahón, y en la orilla opuesta, el castillo de San Felipe, dos construcciones militares que muestran la herencia de Reino Unido y Francia en la isla, con unas vistas extraordinarias sobre la bahía de Mahón, en el extremo este de Menorca.
Algunas calas y playas que harían palidecer de envidia al mismo Caribe se encuentran a sólo un paseo del Hotel Zafiro Menorca, como cala Blanca o cala en Bosch. Para llegar a otras aún más espectaculares y también cercanas al hotel, como Cala En Turqueta, Cala Macarella y Cala Macarelleta, hay que andar un poco más porque no hay acceso en coche, pero son las mejores calas que se puedan desear. ¿Qué más se puede pedir en cuanto a playas?
Por otra parte, los viajes siempre tienen un hueco para el paladar. Y Menorca es reconocida por su rica gastronomía, es habitual ver pescado fresco y productos de la huerta, el mejor que dan esas aguas. La popular caldereta de langosta es la especialidad de las tabernas y restaurantes del puerto y la mejor es sin duda la de Fornells, un puerto pesquero de construcciones blancas sobre el mar, en el norte de Menorca.
Si lo que se quiere es fiesta grande, en Menorca se celebra cada año, desde el Medievo, la fiesta de San Juan, una de las mejores de Baleares. Una tradición conservada con mimo y rigor, en la que los caballos son tan protagonistas como los vecinos. Estas fiestas se reparten a lo largo de todo el verano por los diferentes pueblos de Menorca, de norte a sur y de este a oeste, aunque la que ha trascendido internacionalmente ha sido la de San Juan de Ciudadela, con todo el pueblo implicado en los festejos. Estas fiestas por si solas justifican muchos viajes a Menorca.
Otra forma de visitar Menorca es descubrir lo que se encuentra bajo sus aguas. En Menorca se practica buceo, cualquier playa o cala es buena para ello, ¿qué otro lugar ofrece lo mismo? Hay inmersiones para todos los niveles, tanto cerca como lejos de sus calas. Las aguas limpias y cristalinas de Menorca suelen ofrecer gran visibilidad, y la fauna y la flora es generosa en todos los fondos, con pecios importantes.
Y no es necesario ser profesional, en las aguas de Menorca con unas gafas de snorkel se pueden ver cosas increíbles en cualquier playa de la isla, o en alguna recóndita cala. En Mahón o Ciutadella, por ejemplo, se pueden alquilar los equipos adecuados para practicar este deporte en Menorca.
Uno de los mejores viajes que se pueden soñar es visitar Menorca en cualquier época del año, pero sobre todo en verano. Es entonces cuando Menorca se muestra en todo su esplendor, cada playa o cala, al sur, norte, oeste, o bien, al este de esta isla, permite ver y disfrutar de paisajes que se encuentran entre lo mejor que ofrece el Mediterráneo. Menorca es el lugar para no perderse en Baleares.
Porque Menorca, con sus hoteles en Mahón, Ciutadella y el resto de pueblos y zonas costeras, es un lugar diferente, ¿qué hay mejor que visitar esa clase de sitios durante los viajes? Y, ¿para qué buscar más?, ¿por qué no probarlo este mismo año?, si Menorca es la mejor respuesta. No se encuentra una playa o una cala que no valga la pena. Porque las playas de Menorca son uno de sus especiales atractivos, pero no los únicos. Menorca ofrece mucho más al visitante.