Nominada como el mejor destino gastronómico de España, Menorca es una isla para foodies. Llena de sabor, tradición culinaria y mucho Mediterráneo.
Menorca huele a mar, a caldereta de langosta y a queso de Mahón. Cada bocado es un viaje a su historia, donde la tradición culinaria se transmite de generación en generación. Con una fusión de productos locales y sabores mediterráneos, la isla cautiva los sentidos y se disfruta no solo con el paladar, sino con el alma. Por eso Menorca se ha convertido en un auténtico referente gastronómico en España.
Tras haber sido declarada Región Europea de la Gastronomía en 2022, la isla sigue cosechando reconocimientos y ha sido recientemente nominada como mejor destino gastronómico de España en los Premios de los Lectores de Viajes National Geographic 2025.
Una nominación que no sorprende a quienes han tenido la oportunidad de degustar su cocina: fresca, mediterránea, con productos locales y un equilibrio perfecto entre tradición y creatividad. Si eres un amante de la buena mesa y buscas un destino donde la gastronomía sea parte esencial de la experiencia, Menorca te espera con los brazos abiertos.
Índice
Sabores que cuentan historias
La cocina menorquina es un fiel reflejo de su historia, de la riqueza de su tierra y de su entorno marino. Sus platos combinan la esencia mediterránea con influencias británicas y el uso de hierbas locales que aportan un sabor inconfundible. Algunos de sus imprescindibles son:
- Queso Mahón-Menorca: con denominación de origen protegida, este queso de leche de vaca es uno de los emblemas de la isla. Su sabor intenso y ligeramente salado se consigue gracias a la brisa marina que impregna los pastos donde se alimenta el ganado.
- Caldereta de langosta: un guiso marinero tradicionalmente preparado por los pescadores de la isla. La langosta roja de Menorca es el ingrediente estrella de este plato, cocinada a fuego lento con tomate, cebolla y especias.
- Perol menorquín: un plato que encarna la esencia de la cocina casera de la isla. Consiste en una base de patatas y pescado fresco horneados con una deliciosa salsa de tomate y ajo.
- Carquinyols: estos pequeños dulces de almendra son un placer para el paladar y una delicia para acompañar un buen café menorquín.
Experiencias culinarias imprescindibles
Pero Menorca no solo se saborea en la mesa. La isla también se vive en sus mercados, en sus pequeñas bodegas familiares y en sus festivales gastronómicos, como las jornadas de Menorca en el plato o la tradicional Mostra de Cuina Menorquina.
Aquí, algunos planes para foodies en Menorca:
- Recorrer el Mercat des Claustre en Maó.
- Visitar una formatgeria tradicional para conocer el proceso de elaboración del queso mahonés.
- Degustar vinos autóctonos en una bodega menorquina, como los elaborados con uva Merlot, Cabernet Sauvignon o Sirah en bodegas como Binifadet.
- Descubrir los sabores del mar en una ruta gastronómica por el puerto de Ciutadella.
- Participar en un taller de cocina menorquina y aprender recetas tradicionales.
- Acercarse a la lonja de pescado de Maó y ver cómo los pescadores traen la captura del día.
De Ciutadella a Maó
Menorca es un destino para saborear sin prisa, disfrutando de cada plato con el mar de fondo y la brisa mediterránea envolviendo cada experiencia. Un viaje culinario que merece la pena empezar en Ciutadella, a sólo unos minutos de donde se encuentra Zafiro Menorca, pasando por el centro de la isla y terminando en Maó.
Además, esta temporada, Zafiro Menorca ha renovado su restaurante buffet para ofrecer una experiencia aún más acogedora y familiar, con un diseño moderno y espacioso. Y la cafetería principal también ha sido rediseñada para mayor comodidad, junto con la recepción, ahora cuenta con una estética fresca y luminosa que refleja el espíritu de la isla.
Si está buscando un destino donde la gastronomía sea un arte y la hospitalidad una garantía, no lo dudes: Menorca es el lugar perfecto.