La gastronomía de Mallorca es una auténtica delicia. Descubre lo mejor de la comida mallorquina: te presentamos los platos y recetas más tradicionales.
Mallorca es una isla llena de tesoros únicos. Muchos de ellos se pueden disfrutar a simple vista pero otros requieren de una atención especial. Es el caso de la comida mallorquina, una joya de la gastronomía mediterránea repleta de recetas con largos años de tradición para adentrarnos en la historia más auténtica de la isla. Recetas que hablan de territorio, de conquistas, de costumbres y de sus gentes.
Índice
- Comida mallorquina
- Ingredientes típicos de la cocina mallorquina
- Platos mallorquines tradicionales
- Platos mallorquines de verano
- Platos mallorquines de invierno
Comida mallorquina
La comida mallorquina es un fiel reflejo del territorio que conforma Mallorca. La isla se divide en 3 zonas de orografía muy diversa. Por un lado, la gran Serra de Tramuntana, donde el pastoreo y los cultivos en bancales son su seña de identidad. Por otro, la Sierra de Levante, que es una zona donde se combina la tradición pesquera con la horticultura y la ganadería. En el medio, se abren ante nuestros ojos las grandes llanuras en las que florecen huertas, fincas de cereales, patatas y grandes pastos bajo la sombra de las encinas y los olivos.
Otra de las grandes influencias de la cocina mallorquina es su pasado. Desde su origen a sus conquistas, reconquistas y su importante papel en el comercio por el Mediterráneo. Griegos, fenicios, romanos, así como una profunda huella islámica y la tradición cristiana se mezclan dando lugar a un recetario de platos deliciosos que nos invitan a viajar a través de ingredientes cultivados y recolectados en la isla.
Ingredientes típicos de la cocina mallorquina
Mallorca, con sus espectaculares sierras y llanuras, es una tierra fértil que ofrece cultivos llenos de sabor y aromas únicos. Además de sus nutridas huertas, en las que se producen todo tipo de hortalizas, destacan productos de excelencia reconocida en todo el mundo como la almendra, el aceite de oliva, el vino y la patata de Sa Pobla. Esta patata es una de las pocas que brinda 2 cosechas completas al año y es uno de los imprescindibles de la cocina mallorquina.
Los tomates, los pimientos -especialmente el pimiento blanco-, las alcachofas, las berenjenas, los ajos y las cebollas son elementos que nunca pueden faltar en una cocina de la isla. A ellos se suman las legumbres, las harinas y el arroz, que son base de muchos de los platos más famosos de Mallorca, como la coca de verdura, la ensaimada o la clásica paella.
La carne que tiene más presencia en el recetario mallorquín tradicional es el cerdo. Aunque también hay carne de vacuno, ave y cordero, el cerdo es el gran protagonista de buena parte de los platos principales que se pueden degustar en la isla y de una de las tradiciones más arraigadas y populares de Mallorca: las matanzas, en las que toda la familia y amigos se dan cita en la típica casa de campo, para elaborar embutidos típicos de la isla como el botifarró, el camaiot y la sobrasada.
El pescado y el marisco también lucen puesto de honor en los libros de cocina tradicional de Mallorca. Aunque la pesca nunca fue una actividad tan extendida y productiva como la agricultura y la ganadería en la isla, sí hay mucha cultura de platos marineros en los pueblos de costa, especialmente los que tienen puerto, que a día de hoy aún siguen surtiendo a la isla con sabrosos pescados de roca, gambas rojas de Sóller y langosta, entre otros.
Platos típicos de Mallorca
Los platos mallorquines tradicionales se pueden dividir perfectamente entre platos de verano y platos de invierno. El clima en la isla marca muchos de los productos de la huerta y, por tanto, la mesa, por lo que la experiencia gastronómica es totalmente distinta si uno visita Mallorca en verano o lo hace en los meses de invierno.
Platos mallorquines de verano
Para contrarrestar las temperaturas altas, en Mallorca durante el verano se come ligero. Los sabores de la comida mallorquina en verano son frescos. Los platos tienen una elaboración muy sencilla para poder aprovechar al máximo los nutrientes de los distintos ingredientes y garantizar unas digestiones suaves. Algunos de los grandes imprescindibles son:
> El trempó
La ensalada típica de Mallorca por excelencia. Un plato de una sencillez asombrosa y un sabor que a nadie deja indiferente. Se elabora con tomates maduros, cebolla blanca y pimiento mallorquín. Todo picado y bañado con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Si se quiere se puede salpimentar o incluso añadir un poquito de jugo de limón o vinagre. Hay variantes que incluyen atún en conserva, para darle más consistencia.
> La granada
La berenjena es uno de los productos que más presencia tiene en las cocinas mallorquinas, especialmente en temporada de verano, y la granada es uno de los platos más tradicionales de todo el recetario de la isla. Se trata de una receta al horno y se asemeja mucho a los típicos pasteles de carne o pudin de verduras. La elaboración es muy fácil ya que basta con hacer un sofrito de cebolla y ajo, freír la berenjena, mezclarlo bien todo con huevo batido y hornear.
> El tumbet
Es la máxima expresión de la huerta mallorquina llevada a la mesa. Sus ingredientes son el tomate (triturado para hacer salsa), la berenjena, la patata y el pimiento. Todo se corta en rodajas y se fríe todo en el mismo aceite pero por separado. De este modo, se van mezclando los sabores. Se presenta en una bandeja, haciendo capas con cada ingrediente y cubriéndolo todo con la salsa de tomate. Lo ideal es dejarlo enfriar y comerlo a temperatura ambiente.
Platos mallorquines de invierno
El invierno en Mallorca está lleno de fiestas y tradiciones populares. Una de las más emblemáticas es la ya mencionada temporada de matanzas, que es cuando en las casas de campo se matan los mejores ejemplares de porcino criados a lo largo del año. Con el cerdo como base, los mallorquines elaboran algunos de sus platos más suculentos y sabrosos, que ayudan sin duda a sobrellevar los días de lluvia y frío, especialmente en las montañas de la isla:
> Frit de matanzas
Este es el plato clásico de las matanzas. Se elabora generalmente el primer día con las partes que sobran del cerdo, la llamada casquería, a la que tradicionalmente no se le daba valor y hoy por hoy se ha convertido en un ingrediente estrella dentro de la alta cocina. La receta lleva patata cortada en dados, costilleja, panceta, lomo, hígado de cerdo, ajo y hierbas aromáticas como el laurel. Se saltea todo, por separado pero en el mismo aceite, para que tenga un sabor más intenso.
> Sopas mallorquinas
Aunque su nombre pueda sugerir un plato caldoso, las sopas mallorquinas son secas. Esto se debe a que se preparan con pan moreno que absorbe el aceite y el líquido del resto de ingredientes. Se trata de una receta de aprovechamiento que combina patata, pimiento, cebolla, ajo, coliflor y col. Todo se fríe y cocina con poco líquido y con abundante pimentón.
> Lechona al horno
Uno de los platos más exquisitos de Mallorca es la lechona cocinada en horno de leña. La delicadeza de su carne y el sabor especial que le imprime su elaboración directamente en el horno tradicional, hacen de este plato un imprescindible en las grandes fiestas familiares, como la Navidad.
> Arròs Brut
Cuando empieza el otoño y se abren las vedas de caza, el arròs brut vuelve a llenar las mesas de los restaurantes de Mallorca. Es un completo plato de arroz elaborado con mucho caldo, verduras y carne tradicionalmente procedente de la caza: conejo, perdiz, liebre… Suele llevar setas en temporada de esclatasangs -que es como se les llama a los níscalos en la isla-, alcachofas, coliflor, judías verdes y especias variadas como clavo, comino, nuez moscada, pimienta y canela, que es la que le pone ese sabor tan peculiar que hace de este arroz un plato único.
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